Los retos de los migrantes venezolanos para arrendar una vivienda en Colombia.
Con información de Proyecto Venezuela
Conseguir vivienda para arrendar se ha convertido en un suplicio para los migrantes venezolanos en Colombia. Manuela Mendoza, quien a duras penas encontró dónde radicarse en Suba, en el norte de Bogotá, ha tenido que sortear varios obstáculos. Ella es una madre de 23 años que tiene una bebé y dos niños que no pasan los diez años.
En varias ocasiones no le han arrendado por el solo hecho de ser venezolana y porque tiene niños. Además le exigen tener un historial crediticio en el país y un fiador ‘Finca Raíz’, es decir, un deudor secundario que soportará el pago de las obligaciones del deudor principal; esto en el caso de que ella incumpla con los pagos descritos en el contrato de arrendamiento.
A muchas familias venezolanas les ha tocado cambiar constantemente de residencia porque no encuentran un lugar donde vivir tras haber pasado por un trayecto migratorio difícil desde el vecino país.
“Estoy buscando un nuevo hogar porque tengo al frente un bar que abre todos los días. No podemos descansar por tanto ruido, pero nadie nos quiere arrendar una habitación porque tengo niños”, denuncia la migrante Manuela Mendoza, quien al verse a punto de quedar en la calle ha pensado en devolverse a Venezuela, donde corre el riesgo de volver a sufrir las graves secuelas de la crisis humanitaria de la que huyó en diciembre de 2020.
Fabiola Solorza es otra venezolana que vive desde hace 13 años en Colombia y lleva seis años trabajado en el sector inmobiliario. Según su experiencia, son múltiples las trabas que encuentra esta población al momento de arrendar. “He visto cómo a venezolanos les arriendan las habitaciones, pero luego, si llega alguien y les ofrece más dinero lo sacan sin respetarle sus derechos de arrendatarios y como no tienen documentación colombiana no se atreven a recurrir a las autoridades para denunciar”, explica.
Dice esta asesora de bienes raíces que, incluso, tuvo que hospedar momentáneamente a una familia migrante luego de que los sacaran injustamente de donde vivían. “A pesar de que habían pagado el mes completo, los sacaron a mitad de mes, porque a la dueña del lugar le llegó una mejor oferta», recuerda con indignación.Los retos de los migrantes venezolanos para arrendar una vivienda en el país
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